La historia de Luis como cantante se comenzó a escribir desde su infancia. Cuando todavía era un niño, inició sus estudios musicales y encontró en ellos un camino, un propósito si se quiere. “Con la música me sentí cómodo, seguro y sentí que me gustaba de verdad” recuerda.
Ahora, a sus dieciséis años, este alumno del Knightsbridge International School en Panamá Pacífico y admirador de artistas como Ed Sheeran y Erika Ender, respira por el arte de cantar, componer y como él mismo dice “dejar una impresión en las personas”. Luis siempre ha querido trascender sus propias metas, estudiando nuevos instrumentos, vinculándose a orquestas juveniles, aprendiendo por su cuenta, siempre tiene un nuevo paso en el camino que ha trazado con pasión. Está seguro haber encontrado en el arte musical una profesión, una oportunidad para descubrirse cada día más y reinventarse como artista. “No quisiera ser solo un artista de escenario, quiero estudiar producción musical y composición porque quiero escribir canciones. Quiero ser un artista completo, educarme en la industria de la música” explica.
Hijo de un hogar venezolano establecido desde hace pocos años en el país, Luis siente a Panamá como un escenario lleno de oportunidades. Vive junto a sus padres y su hermana menor en Panamá Pacífico desde hace más de dos años, lo que le ha permitido involucrarse en una comunidad que valora y estimula los talentos. Ha podido construir planes para sus sueños y así, según asegura él mismo, convertirlos en metas concretas “Hay bastante conexión entre las personas que administran la comunidad y las personas que viven en la comunidad. Eso se puede ver en las cosas que se hacen” resalta.
En el corazón de Panamá Pacífico se escribe una historia extraordinaria sobre pentagramas, crece la voz de este joven artista, que con su talento emprendió el camino de transformarse en estrella.